Vispera de San Juan... Noche de magía y sortilegios

Desde que tengo uso de razón siempre me han hablado de lo mágica que es la víspera de la noche de San Juan… Con el paso de los años y a base de entrar en Mr. Google para saber mas de este tema que tanto me llama la atención, he ido descubriendo que en realidad dicha noche coincide (mas o menos) con fechas en la que los “paganos” (adoradores de la madre tierra) celebraban el Solsticio de Verano, festejando la recolección de cosechas y matanza de animales en la época estival.

Yo no puedo decir cuan mágica es esa noche, porque en realidad soy una mezcla entre escéptica y creyente en esos temas esotéricos. Aquí en mi tierra (creo que en resto del mundo también) esta noche es conocida como la noche de las brujas y mucha gente aprovecha esta noche especial para hacer "sotilegios" buenos y malos… Solo puedo contar en primera persona las mil anécdotas que viví en la infancia y adolescencia, con la víspera de la noche de San Juan como protagonista principal de estas historias, del resto (brujería) me mantengo y me mantendré al margen, por simple respeto a lo desconocido...

Como comenté hace mucho tiempo, el recuerdo más bonito que tengo guardado de mi infancia es de ver a mama subir a la azotea antes de que oscureciera, para hacer una recolección de flores (las pocas que dejábamos vivas Raquel y yo) y hierbas aromáticas que luego sumergía dentro de una palangana blanca llena de agua para dejarla al sereno de esta misteriosa noche. La respuesta que me dio mama cuando le pregunté porque lo hacia, es que a ella se lo había enseñado mi abuela y que el truco era de ver o no tu imagen reflejada nítidamente en el agua donde flotaban los pétalos de las flores… No tengo que decir que en mi mente infantil eso me daba igual, lo que realmente me gustaba era el olor que desprendía esa agua y lo fresca que estaba al día siguiente. Ra y yo nos levantábamos temprano para ser las primeras en sentir ese frescor y olor. Nos lavábamos la cara, quedándose algunos pétalos de geranios prendidas en pestaña y nariz con la consiguiente carcajada por parte de ambas al mirarnos. Acto seguido agarrabamos a los perros "indefensos" (dos mestizos de pekines) y hacerle a ellos lo propio, hasta que salían por patas a “chivarse” a mama con las caritas remojadas… Al final la chola volaba junto con los gritos de mama por haberles hecho aquella "crueldad" a aquellos animalitos "inocentes" (esos inocentes e indefensos animalitos nos meaban y cagaban en las camas si estaban sin hacer)…

A medida que crecíamos, más nos sumergíamos en el tema esotérico de la noche del año que mas fascinadas nos tenía...

Una tradición que nos enseño mi hermana Mari cuando eramos adolescentes es la de las tres papas que a continuación relato:

Poner tres papas debajo de la cama. Una de ellas peluda, otra media pelada y la otra pelada del todo. La peluda significaba un novio con posibles, la medio pelada un novio con algo de dinero y la pelada un novio mas pobre que las ratas. Por la mañana antes de levantarte tenías que meter la mano y agarrar una de ellas al tiento y sin mirar (si miras haces trampa). La papa que asías se suponía que significaba el tipo de esposo que tendrías... Yo que dormía en la cama alta de la litera lo tenía un pelin difícil o bastante complicado, no se si tendría validez alguna que me bajara de mi cama, me acostara en la de Ra y cogiera la papa. He de decir que siempre me toco la pelada (menudo futuro me esperaba…casarme con una mano delante y otra detrás), siempre y cuando no llegara el Blanqui (uno de los pekineses) y se metiera debajo de la cama a zamparse una de las papas, por lo que el invento ya no era válido, aunque en la mano te apareciera la papa con cascara.

El sortilegio del huevo crudo en un vaso de agua era el que más ilusión le hacia a mi hermana mayor. Menudos cabreos agarraba nuestra madre, ya que no se podía romper la yema y mi hermana no era famosa por su firme pulso. Venga huevos pa Mari y su sortilegio. Al día siguiente había que adivinar la figura que formaba el huevo dentro del vaso de agua… Casi siempre era la misma. Un huevo desparramado dentro del agua, se suponía que si el huevo tomaba la forma de un barco, harías un viaje, si visualizabas un castillo era una casa y así.... Para mi hermana era un castillo con grandes torres y almenas y su príncipe azul en la puerta de entrada (lo que es la imaginación)

De todos los que mi hermana practicaba, mi favorito cuando adolescente era el de los papelitos. Consistía en poner el nombre de dos chicos que te gustaran junto con el de San Juan en tres papelitos, doblarlos y dejarlos en un plato de agua también al sereno de la noche. Poníamos los platos en el último peldaño de la escalera (sin techar por aquel entonces) para que nada lo tocara y el sortilegio tuviera efecto. A la mañana siguiente y antes de que el sol empezara a calentar íbamos a investigar que papel estaba más abierto. Los míos estaban siempre cerrados o el más abierto que aparecía era el del dichoso San Juan, eso tenia varias interpretaciones dependiendo de quien te lo contara. Para algunas tu enamorado se llamaba Juan en primer o segundo nombre, para otras te ibas a meter a monja o quedarte soltera de por vida... Con el paso de los años me he dado cuenta de que por ahora algo del augurio se ha cumplido... Soltera (aunque no entera) y si novio a la vista (ni con ganas de ponerme gafas de alcance par conseguir uno). Cuando papa decidió techar la primera azotea, para resguarda la ropa que tendiamos de la lluvia y el viento, teníamos que dejar el plato en lo alto la plancha de fibra al final de la primera azotea. Creo que mas de algún gato de los que merodeaban por las casas debió de matar la sed en los platos, porque más de una vez nos encontrábamos los papelitos pegados al plato vacío y sin agua alguna.

Me encanta el resplandor de las hogueras en la noche de San Juan, pero debido a que quedan muy pocos solares donde se puedan hacer las hogueras sin peligro a que salten chispas a naves y casas colindantes, ya se ven cada vez menos y las pocas que se hacen son aprovechadas políticamente para captar votos para uno u otro partido…

Mi última noche de San Juan la recuerdo entre nostalgia, risas y enfado… Nos fuimos mi prima Juani, Samuel (mi ahijado de pocos años por entonces) y mi amiga Amparo, a la playa de Las Teresitas. Llegar hasta allí fue todo una odisea, ya que había colas kilométricas de gentes que habían tenido la misma idea que nosotras y para colmo de males, cuando llegamos a la entrada de San Andrés (pueblecito de pescadores en la capital santacrucera) la policía local nos desvía hacia la subida a Taganana y Bailadero. Yo que me creo más lista que el Papa, me meto por unas callejuelas y voy a parar a unas avenidas cercanas al "Castillo de San Andrés"… “¡¡Un aparcamiento!! Esto es un gol y lo demás tontería… Dejamos el coche aparcado y nos fuimos pateando hasta la playa…Por el camino nos habíamos tropezado con un chico que le gustaba a mi amiga y quedamos en vernos en un lugar determinado en los aparcamientos de la playa… El resplandor de las hogueras por toda la playa era espectacular… el ambiente era de pura fiesta en las oscuridad de la noche. Descalzas nos adentramos en la playa, levemente iluminada por el fuego y una vez estiradas las toallas y con los pantalones remangados, nos fuimos mis amigas y yo a la orilla y caminando de espaldas nos metimos en el agua no se cuantas veces para eliminar todo lo negativo y las malas vibras que llevábamos acumuladas durante el año en el cuerpo (yo solo pensaba en los posibles bichos que al refugio de la oscuridad iban a parar a la orilla a desovar u otra cosa). Hecho el sortilegio nos fuimos a sentar en la arena a escuchar los cánticos y ver como la gente de nuestros alrededores saltaban las mini hogueras que habían hecho… Mi amiga Amparo, aprovecho para ir dar una vuelta con su “amigo”, mientras nosotras y el niño (que se quedo dormido) nos toco el papel de guarda y custodia de sus pertenencias, a esperar toca... ¡Y bien que esperamos! Cansadas y después de llamar millones de veces al móvil sin que nos contestara, nos fuimos a buscar el coche… Cuando llegamos donde estaba el Polo, a mi casi me da un infarto… ¡Por eso el aparcamiento estaba libre! El parabrisas delantero estaba completamente lleno de caca de pájaro. Mi prima Juani no dejaba de reírse, en cambio yo no paraba de lanzar maldiciones a aquellos bichos inmundos que seguramente se habían tomado un laxante para hacer semejante destrozo en la luna delantera, techo y capot… Como pudimos limpiamos parte de la mierda (el hueco suficiente para ver por donde iba) y nos fuimos para la playa ha esperar a mi amiga "descarriada", que nos había dejado sus zapatos en custodia… La horas seguían pasando y la muy “cabrona” que estaba pasándoselo pipa no aparecía , ni contestaba al móvil. Mi paciencia había llegado al límite viendo a Samu dormidito en el sillón trasero de mi coche, así que arranque y salí por patas de aquel lugar, acordandome de mi amiga, su amigo especial y la madre que los parió a ambos… A los 15 minutos de llegar a casa, una llamada de Amparo diciéndome que estaba fuera de mi casa y que le diera los zapatos me hicieron levantar de la cama (su "amigo" la había alcanzado con su moto hasta el barrio)... ¡No la mandé a la mierda en ese mismo instante!, porque tenía que contarme con pelos y señales que coño le había pasado con “su enamorado”, para estar missing durante tantas horas sin dar señales de vida...

Lo que me contó no lo pienso poner en el blog, la imaginacion es libre así que ya sabrán que sucedió en esa noche de hechizos y encantamientos...

¡¡Feliz noche magica y felicidades a Juanes y Juanas. Pepes y Pepas...!!