sábado, 19 de febrero de 2011

Me estoy haciendo mayor…¡¡Coño que vieja soy¡¡








Aun recuerdo cuando decía a los 17 que una persona de 46 era un “viejo” y cuanto me reía de mi padre cuando decía aquello de “Estaba con un chico” “de que edad papa?” “unos años mayor que yo” “Coño papa que tú tienes 68”.


Ahora que estoy más cerca del medio siglo que d
e mi infancia, me pongo pensar que quizás fui algo “cruel” de forma inconsciente.

De todo hay en viña del señor y te puedes tropezar con un crio que te diga(Manera “¿va a pasar doña?” (palabra típica canaria para llamar a las maduras. A los hombre Don. Primer sintoma de que eres viejo) y al segundo toparte con otro que te diga cuando le preguntas si te puede indicar una dirección… “Ahí está mi niña, a la izquierda”. Supongo que dependiendo de cómo te de la luz en la cara, se verán o no las arrugas. Por tanto, si el sol te esta torrando en plena jeta parecerás Matusalén. Otra explicación no encuentro, para este cambio tan radical de percepción entre dos personas de una misma edad.


¿Dónde quedaron lo sueños, las inquietudes, los planes de futuro que tenia a los diecisiete?


Cuando tienes esa edad, los cuarenta se ven a lo lejos… como si de una galaxia extraña y ajena se tratara. Dejas que pasen los años, igual que haces con las tardes calurosas del verano… plácidamente… sin agobios. Creas en tu mente imágenes de futuro. Imágenes de familia, pareja, hijos e incluso nietos… Los años siguen pasando uno tras otro. Todos los días parecen iguales y te limitas a verlos pasar desde el balcón. Tus amigas, la gran mayoría se han casado, han tenido hijos e incluso alguna se ha separado. Tú sigues ahí, como crionisada, congelada en el tiempo, aunque el tiempo sigue corriendo e incluso acelerando su paso. Las semanas, transcurren tan rápidamente que parecen horas y los meses se convierten en días. A veces tengo la sensación de que vivo en una continua carrera contra el tiempo. Una carrera donde todos llegan a su meta mientras yo lo intento desde la última posición.


La muerte no es ajena a nadie y no hay ciencia que nos diga que por más mayores se morirá antes. Algunas noches me pregunto ¿Cómo será? ¿Me agobiara el dejar de respirar? ¿Será como entrar en un profundo sueño en el que no despertare nunca?.... ¿Por qué no nos preparan para eso? ¿Por qué nos inculcan desde pequeños que la muerte es algo terrible, aunque lo sea? ¿Por qué no hay clases para enseñarnos a tener paz en ese momento?


Mi hermana pequeña estaba con papa cuando murió y lo que me describió no me gustó. La agonía que sintió él cuando supo que ya se iba, aferrándose a la vida con uñas y dientes, cuando era inútil hacerlo. Me gustaría que mi ida de este mundo sea tranquila, pero incluso Jesucristo sintio miedo...


Tantos cursos para esto y para lo otro y nadie ha tenido la idea de uno para prepararnos para el paso a la siguiente etapa de nuestra existencia… LA NADA.


Estoy algo tétrica hoy… pero como dije hace tiempo, este blog lo utilizo para exorcizar mis preocupaciones y aunque parezca extraño a más de uno, lo que ocurre en el resto del mundo me interesa poco, por no decir nada, las noticias se repiten como el eco y lo que sucede en un punto del mundo, succede en otro y asi hasta el infinito. Mi casa es mi microcosmos particular, lo importante son mis problemas y preocupaciones, lo que pasa fuera de mi pequeña galaxia no es importante para mí por mucho que afecte a mi vida aunque sea de soslayo. Otra cosa no tendré, pero memoria me sobra y aun recuerdo las estrecheces que paso mi familia y gracias a ese recuerdo casi siempre he intentado frenar un poco mis deseos consumistas y aunque en el paro, me he sabido administrar un poco.


No me doy cuenta… lo hago inconscientemente, pero salto de un tema a otro ¿será que así es mi vida? Al menos la de ahora… Tengo tantas cosas que hacer, tanto que solucionar, que el miedo a equivocarme u olvidarme de alguna cita importante para mi es insuperable, eso hace que a veces la mente se me queda en blanco, apenas unos segundos, pero desconecta, como si tratase de tener ese descanso que no le permito ni durmiendo.


Hoy me he levantado con agujetas en todo el cuerpo y no sé si es por el esfuerzo físico que he hecho conscientemente durante el día o si por el sobreesfuerzo al que someto a mi cuerpo mientras estoy en fase REM…


Bueno, ya termine mi disertación sobre nada en concreto. Supongo que estoy más cansada de lo habitual. Tendré que decirle a mi doctora que sin falta me remita a un psicólogo porque lo mío no es normal (bueno para mí sí, pero no para el 70 por ciento de los que me leen) . Que todos tengan un buen fin de semana y una semana mejor que esta, lo deseo de corazon

Nota: Ya empiezo a añorar otros tiempos, lo que significa que el relato de batallitas empiezan en crescendo ¡¡¡ay Dios miooo!!!