viernes, 18 de abril de 2008

Como dice la canción ..."La vida sigue igual"

Querido diario:

Hoy estoy rebotada, dolorida y medio depre.

Mis "niñas", me han dado la lata esta madrugada. Mi hermana que parece un TAMAGOCHI al que tengo que atender las 24 horas del día, me ha sacado de mis casillas...
Se me hizo tarde para salir de casa, por tanto, se me hizo tarde para llegar al centro de día de mama y por consiguiente, también se me hizo tarde para llegar al trabajo, con lo que conlleva esto. No conseguir aparcamiento.
Semidiscuti con el jefe de producción de seguros de la empresa, por un tema con el que no tengo nada que ver.
No encontré nada comestible en la maquina expendedora de "vacío" y me tuve que conformar con una chocolatina fría.
Yo no se lo que me deparará la tarde, porque lo que me ha pasado a primera hora de la mañana es digno de olvidar...
Bueno. La tarde tres cuarto de lo mismo que la mañana...corre pa aquí, corre pa allá.
Pensé tomarmela libre, sin atender ni a mi madre ni a mi hermana y delegar su cuidado a sus respectivas hijas, o sea, a mi sobrina y mi otra hermana. Así que envié sendos SMS y quedarón en ser un poco responsables.
Pero... todo se torció a ultima hora.
No encontré los libros que buscaba en El Corte Ingles. Fui a casa de mi prima y tenia que salir...
Al final me vi en casa a las siete de la tarde, con mi sobrina pegada en el ordenador como con "La Gotita", a mi cuñado sentado en la chaplon de la puerta de casa, con esta abierta de par en par y mi perra en su regazo, ladrando a todo aquel que pasara por delante de ella y a mi hermana sin cenar, sin tomar la medicación y hablando sin ton ni son sus incoherencias.
Le preparé la cena a mi hermana, le di la medicación, se metió conmigo, mi sobrina la regaño...y mi cuñado seguía en la puerta... A estas aun no había llegado mi otra hermana con mi madre...yo estaba en las puertas de mi crisis de ansiedad (esa es otra...cuando tengo muchos nervios me dan crisis de ansiedad), pues hice algo que no suele ser habitual en mi, agarre un vaso y abrí la botella de chivas que me regalaron en las navidades pasadas y me metí un lingotazo, que empecé a hablar arrastrando la lengua por el suelo (síntoma de que estoy algo piripi).
Cuando todo el circo se quedo en calma y después de un atracón (otro síntoma de que tenía una crisis de ansiedad)me acosté.
Así fue mi viernes, una puritita mierda.

jueves, 17 de abril de 2008

Un dia como otro cualquiera

Querido diario:
Hoy es un día como otro cualquiera, excepto porque trabajo.
Te estoy utilizando, para eliminar del disco duro en el que se ha convertido mi cerebro, todo lo negativo y absurdo que me toca vivir. Por tanto durante un tiempo, que espero sea breve, te hablaré de lo que estoy pasando ahora con mi hermana mayor. O sea... empacho monotematico a la carta.
No es un secreto que sigo viviendo en casa de mama, con ella, mi hermana mayor y la incorporación de un nuevo miembro en mi exigua familia....mi niña... un bichon maltes que compré al día siguiente de firmar la eutanacia de Twingo, de haber jurado y per-jurado que no queria más perros en mi vida y de haber llorado horas y horas sin consuelo alguno. Sigo soltera y aunque presumo de que prefiero mi estado por comodidad y por elección, en realidad más bien creo que es porque tengo la absurda esperanza de que algún día llegue mi príncipe azul flojo, y me rescate de las garras del "monstruo" de mi absurda vida. Sigo cuidando de las dos, con la ayuda escasa a veces, de mis hermanos y demás familia (mi cuñada que es un sol) y con la del GRAN JEFE, o sea, DIOS.
Esta semana empezo y terminará igual que la anterior, con mi hermana con ligeras fluctuaciones en su enfermedad, por lo que tengo poco o nada que contar, excepto que no quiere salir de casa y que es reacia a tomarse la medicación, aunque al final la toma por mi insistencia, mis invenciones y mi comedera de coco.
Mi hermana... una extraña por momentos...una niña en otros.
Su maldita enfermedad la aisla y para colmo de males, noticias tan siniestras y dramaticas ocurridas en esta semana, cuyos protagonistas son enfermos mentales, hacen que la miren como si fuera una apestada. Con miedo...
La mayoria me dicen que la enfermedad de mi hermana mermará mi salud, cosa que no pongo en duda, ya que mino la salud de mi madre, convirtiendola en una persona dependiente de mi y aceleró la de mi padre hasta la muerte. Pero todo me da igual, se que en estos momentos ella nos necesita mas que nunca y mientras gente agena le da la espalda yo no lo voy ha hacer.
Cada día que pasa y nada más entrar por la puerta, empieza con su berborrea sin sentido... luego me pide perdón, como si en uno de sus momentos lucidos reconociera que su enfermedad nos hace sufrir. Acto seguido, me increma de la poca o nula credulidad que doy a sus palabras.... "papa esta en la cárcel"... Papa murió hace dos años... "no hace falta que trabajes...yo soy millonaria"... Ella cobra una misera pensión no contributiva por su incapacidad.
Le suelen dar momentos de atracón, que achaca a la medicación o momentos al limite de la anorexia, en los que tengo que convencerla para que coma algo... incluso jugando con ella como si fuera una niña pequeña... "esta por papa...esta por mama...".
Cuando hablo de ella en mi trabajo y gracias, entre comillas a la gran propaganda que circula en los medios informativos, ante algunos casos extremos de enfermos mentales, me dicen que tenga cuidado... que no me fie de ella, porque bajo su enfermedad puede cometer cualquier locura, se que me lo dicen porque me quieren y no desean que nada malo me ocurra, pero sinceramente, mi hermana en este estado me inspira una inmensa pena y una gran impotencia, porque no puedo hacer nada para remediarle sus males, solo darle cariño. La veo tan desprotegida, tan indefensa a veces...

Ella, en estos momentos no quiere reconocer su enfermedad, porque en el fondo la teme.