martes, 14 de julio de 2009

Sin sueño....peeeeliiigroooo ... Pienso demasiado

Solo a mi se me ocurre dormir hasta las dos de la tarde, además de tomar un café después de esa hora, cosa que me he prohibido a mi misma desde que hace lustros me cosque que si lo hacía me pasaba la noche dando mas vueltas que un trompo en mi cama.

No paro de entrar en foros, noticias, hacer zapping en las televisiones y en las diferentes webs a ver si me canso algo y pueda acostarme sin quedarme en blanco.

Noticias que me han impactado, la muerte del bebe de la primera fallecida por gripe A, bajo mi parecer más por negligencia de quien pretende que el trabajo de tres personas lo realice, que por la mano que cometió el gravísimo y tremendo equivoco. Así aumenta el número de errores médicos en la sanidad española, creo incluso que hay una página Web dedicada a eso.

Me tropiezo con una noticia en la portada de Yahoo “Un grupo de mujeres son azotadas en Sudan por llevar pantalones, acusadas de indecencia” Los indecentes son los hijos de mala madre de mentes estrechas que consideran que llevar pantalones es una indecencia, mientras ellos los llevan y encima con la cara cubierta para que no los reconozca ni Dios… ¡que valientes son los tíos! Siempre he pensado que la culpa de todo el machismo que pulula por el mundo es de las mujeres, porque antes que féminas son madres. Por eso mi negación ha serlo (ser madre), no quiero ser la creadora de un futuro maltratador o maltratadora (que haberlas… hailas…). En mi curro me contaron una anécdota algo curiosa…. Un señor que cada vez que llegaba pedo a su casa le daba una paliza a su parienta… Un buen día llegó el tipo a darle su ración de leña y se encontró que la doña se le viro y se lió a darle sartenazos al susodicho sin llegar a causarle la muerte. Hasta la fecha… el macho men no volvió a levantarle la mano a su parienta. Si desde el primer grito o torta, le lanzas a tu pareja lo primero que encuentras a mano sin alcanzarle… como los disparos de aviso que hace la autoridad, seguro que te toma respeto y se lo pensaban dos veces antes de intentarlo.

No me funciona el Bitorrens y no puedo descargarme un juego nuevo…. Por eso me dio por entrar en los blogs de siempre… Chirri, Carla y Gato (en este orden) y sigo viendo, mejor dicho leyendo más de lo mismo. Nicks camuflados con poco de eso (o sea camuflaje) porque los reconocen al instante por mucho que se esmeren en cambiar de alias y en poner cuidado en lo que dicen. Gente que presume de lo que no es, lista, simpática, clara y demás… y otros que gozando de inmunidad en un blog, sueltan perlas sobre cualquier Nick que no comulgue con su doctrina, criticando actitudes de estos, utilizando las mismas armas (descalificaciones y otras burradas) que atribuyen al otro…. Como dicen en la biblia hay mucha peña que ve la “pajilla” en el ojo ajeno y no el peazo vigon que tiene en el suyo. Creo que a más de uno el vigon ha terminado por provocarle daños irreversibles a la masa gris y por consiguiente le ha afectado en gran manera a su “inteligencia”.

Suelen ser un poco duros de molleras, no entienden que hay una especie de “Cyber nómadas” a los que nos va eso de deambular por diferentes espacios y redes sociales, sin establecernos de por vida en ningún feudo donde nos sintamos de alguna manera perseguidos por “Reyezuelos” del tres al cuarto que intentan coartarnos en nuestro legitimo derecho de libertad de expresión.

Me voy ha echar algo al estomago, ya que estoy con un simple cortado y un sándwich de queso….

Nos vemos….

Que tengan una buena noche y un buen día.

lunes, 13 de julio de 2009

¿Vida aburrida o no?... Según gustos

Quizás mi vida le resulte de lo más aburrida a aquellas personas que les encanta viajar, hacer deportes de riesgo, salir de marcha o de bareto con los amigos o simplemente formar una familia con hijos incluidos. En cambio a mí hasta fecha me parece ideal.

Desde muy pequeña he tenido una vida bastante activa, llena de juegos en los que me ejercitaba tanto física como mentalmente, compartiendo risas y compañerismo al aire libre.

Mi adolescencia estuvo colmada de cambios radicales en mi forma de ser, supongo que provocados por la marejada de hormonas en plena ebullición a esa edad, también mi forma de vestir y de pensar cambiaron, mis neuronas reclamaron su independencia con pintura de guerras, mezclando tendencias y gustos dispares. Llegué a escuchar música contestaria y reivindicativa como la Nova Trova Cubana, junto con lo último de Leif Garret. Batidos de pósters, juntándose un Che Guevara guerrero con Los Pecos y Spandau Ballet. Juventud repleta de matices con un primer amor desafortunado, pero que dejo un millón de anécdotas para contar, además de la sensación de que era valida para amar y ser amada. Los múltiples coqueteos sin fundamento, sobre todo en la discoteca, que me dio mi valía como mujer y subió la autoestima bastante a ras de suelo después de la frasecita dicha por mi ex “no eres guapa pero te quiero igual” (y el no era George Cloone ¡no te jode!). No tenía las medidas de la perfección creada por algún modisto misógino o revista del Cuore 90-60-90, pero poseía las curvas suficientes en los lugares apropiados para despertar la libido de cualquier hombre que le gustaran los cuerpos curvilíneos. Agradezco haber tenido unos padres (sobre todo una madre) que aunque no escandalosamente permisivos, vieron en mí la madurez suficiente para no poner ninguna clase de limitación que yo misma no me pusiera. Todo esto ha sido el cincel que ha dado forma a mi personalidad y caracter.

La lectura uno de mis mayores placeres desde que un día descubrí a Doña Corin Tellado. Con ella al igual que con el cine he “viajado” a lugares maravillosos sin necesidad de agotarme en salas de esperas de terminales aéreas, a la espera del vuelo de turno, ni ha enfadarme por sentirme estafada al llegar al hotel que pintaban maravilloso en el folleto y en cambio es un cuartucho cuyas grandes vistas, son a un patio interior, el aire acondicionado es un ventilador de todo a cien y el jacuzzi con burbujas un bidet con grifo movible. De todas formas nunca me ha gustado viajar y así lo he dicho en infinidad de ocasiones.

Los “deportes de riesgo” los practique en la adolescencia, que no hace falta tirarte de un puente con una cuerda, o en un rápido de aguas turbulentas, para sentir como la adrenalina corre por tus venas. Basta con hacer caso omiso a papa mientras te adentras en un mar de olas inmensas provocadas por el mar de fondo y subirte a un Bollón (cámara de una rueda de camión) con un montón de peña, riéndote a carcajadas y dándole la espalda a la gente que hacían aspavientos desde la orilla para que salgas de una buena vez, ante el peligro de ser arrastrado a mar abierta por la corriente. Luego llegaba la posterior bronca al salir del agua, con amagos de darte un pescozón que nunca llegaba al cuerpo, el castigo a no salir que nunca cumplía o la promesa de no volverlo ha hacer mientras cruzaba hasta los dedos de los pies. Recuerdo la vez que me zambullí a pulmón libre (a punto de reventar) y con solo unas gafas de buceo a rescatar las chanclas de agua que un crío a un descuido de la mama, envío al fondo del muelle pesquero de Candelaria que se encontraba a unos ocho metros o más de profundidad. ¿Y cuando aprovechaba cualquier roca saliente para tirarme de cabeza al agua? La suerte me acompaño más de una vez al lanzarme, pues notaba como una filosa roca que no había visto antes de tirarme me rozaba el tronco nada mas zambullirme a cinco centrimetros escasos de la cabeza. Cuanta menos cantidad de agua hubiera, más perfecto era el salto y más valiente éramos las que lo realizábamos, sobre todo si haciamos "La Carpa". Creo que no conocí el significado de la palabra “peligro” hasta pasado los veintitantos.

Salir de marcha lo estuve haciendo de forma ininterrumpida hasta los cuarenta, pero llegue a asquearme de lo que veía (demasiado alcohol y droga para mi gusto) y eso hizo que me retirara de la vida nocturna mucho antes de que a mama le diera el Ictus.

En cuanto a lo formar una familia y pasado el ecuador de los treinta y dos años que me había autoimpuesto como limite para hacerlo, me di cuenta que las ganas se había esfumadon por arte de magia, sobre todo por los millones de manías que tengo y que no estoy por la labor de desprenderme de ninguna de ellas por mucho amor que sintiera por nadie. Lo de ser madre era una cosa que estaba aun ahí, pero después de que mi sobrina me contara lo mal que lo pasó en su parto y de que viera las señales fisicas que le quedaron, esta que está aquí se le quitaron las ganas de serlo, incluso utilizando las mejores técnicas de fertilizaciones que las solteras podemos encontrar en el mercado actual. Yo tengo a dos pequeñajos donde volcar toda mi ternura maternal y pienso malcriarlos y mimarlos todo lo que yo pueda y sus padres me permitan (y si no a escondidas).

Mi vida no es nada aburrida, solo es diferente a la de muchos. Con bastantes altos y bajos como en el resto de la gente y de vez en cuando una relativa calma, como la que ahora y por momentos estoy gozando.