Los sábados en casa son diferentes, primero porque no tengo que llevar a mama al Centro de Día, por tanto nos despertamos algo más tarde, aunque no mucho más de lasnueve de la mañana. La doña se hace la remolona y me cuesta despertarla, pero aunque me da mucha pena hacerlo no me queda otro remedio, tiene que haber un intervalo de alrededor de cuatro horas entre toma y toma de la medicasión, sino se le juntan las pastillas del desayuno con las del almuerzo.
Otra de las cosas que hacen que los sábados sean diferentes es que mi hermana Raquel y mi sobrina vienen a casa a ver a mama. Leire trae a Aitor (mi "kekeño" del alma) y eso a mama la pone feli. Sin ir más lejos, este pasado sábado le pregunto a Raquel donde había dejado al niño, casi siempre mi hermana y mi sobrina coinciden en su llegada a casa. Lo ha tenido en brazos y el pequeñajo creo que intuye que con la "bisa"está seguro que se quedo quietecito en sus brazos, como si fuera un "Budita" en su trono.
Ya le han puesto las primeras vacunas y estaba algo rarillo…diferente y mimosito. Mama comió ese día tortilla de papas y cebollas y batido de frutas. Mientras en las noticias de la sexta, imágenes del matrimonio americano que secuestro a una niña de once años hace dieciocho, se declaran inocentes de este suceso atros y dicen que es una historia muy bonita (pareja de psicópatas depravados). No sé que pasa en el mundo… cada vez lo entiendo menos. Sé que las aberraciones existen y existirán toda la vida, la misma historia nos ha explicado algunas de ellas… el infanticidio por parte de los espartanos de la antigua Grecia, los matrimonios incestuosos en Egipto, las crónicas del Marqués de Sade… el Holocausto Judío, las ablaciones en algunas tribus africanas, haciendo mal uso del testimonio del Corán para seguir con sus rituales ancestrales y muchas cosas más, pero una no se acostumbra a esas cosas. Imposible intentar entrar en la mente de esta gente, para saber lo que piensan.
Los sábados son un reflejo de la gran familia que fuimos un día… mucho bullicio y alegría, aunque también algo de desorden (vaya por Dios, yo que me estoy volviendo una vieja maniática). Nada más llegar mi sobrina, cargada con multiples atarecos (bolsos, cochecitos y demás), la casa cambia de temática y se me puede ver a mi detrás intentando poner un poco de orden en semejante caos.
Hace cosa de dos sábados a mi hermano mayor le dio por hacer el almuerzo (de vez en cuando deja caer esa sorpresa). Bueno, el almuerzo consistía en una ensalada (hecha por mi) con toda cosa verde y roja que pille en la nevera (lechuga, zanahoria, tomate, cebolla, aguacate, aceitunas, atún y el mejunje que compro en Mercadona con pepinillos y demás), una papitas arrugadas y Calamares en tempura (de eso se encargaba mi hermano)
¡¡¡Dios que desastre en la cocina!!!... Yo solo veía desorden… aceites a raudales y churretones de tempura por todos lados. Mi hermano mayor es buenísimo como persona, súper cariñoso y de lo más predispuesto a ayudar, pero… no heredo el toque especial para la cocina de papa. La paciencia.
Otra de las cosas que hacen que los sábados sean diferentes es que mi hermana Raquel y mi sobrina vienen a casa a ver a mama. Leire trae a Aitor (mi "kekeño" del alma) y eso a mama la pone feli. Sin ir más lejos, este pasado sábado le pregunto a Raquel donde había dejado al niño, casi siempre mi hermana y mi sobrina coinciden en su llegada a casa. Lo ha tenido en brazos y el pequeñajo creo que intuye que con la "bisa"está seguro que se quedo quietecito en sus brazos, como si fuera un "Budita" en su trono.
Ya le han puesto las primeras vacunas y estaba algo rarillo…diferente y mimosito. Mama comió ese día tortilla de papas y cebollas y batido de frutas. Mientras en las noticias de la sexta, imágenes del matrimonio americano que secuestro a una niña de once años hace dieciocho, se declaran inocentes de este suceso atros y dicen que es una historia muy bonita (pareja de psicópatas depravados). No sé que pasa en el mundo… cada vez lo entiendo menos. Sé que las aberraciones existen y existirán toda la vida, la misma historia nos ha explicado algunas de ellas… el infanticidio por parte de los espartanos de la antigua Grecia, los matrimonios incestuosos en Egipto, las crónicas del Marqués de Sade… el Holocausto Judío, las ablaciones en algunas tribus africanas, haciendo mal uso del testimonio del Corán para seguir con sus rituales ancestrales y muchas cosas más, pero una no se acostumbra a esas cosas. Imposible intentar entrar en la mente de esta gente, para saber lo que piensan.
Los sábados son un reflejo de la gran familia que fuimos un día… mucho bullicio y alegría, aunque también algo de desorden (vaya por Dios, yo que me estoy volviendo una vieja maniática). Nada más llegar mi sobrina, cargada con multiples atarecos (bolsos, cochecitos y demás), la casa cambia de temática y se me puede ver a mi detrás intentando poner un poco de orden en semejante caos.
Hace cosa de dos sábados a mi hermano mayor le dio por hacer el almuerzo (de vez en cuando deja caer esa sorpresa). Bueno, el almuerzo consistía en una ensalada (hecha por mi) con toda cosa verde y roja que pille en la nevera (lechuga, zanahoria, tomate, cebolla, aguacate, aceitunas, atún y el mejunje que compro en Mercadona con pepinillos y demás), una papitas arrugadas y Calamares en tempura (de eso se encargaba mi hermano)
¡¡¡Dios que desastre en la cocina!!!... Yo solo veía desorden… aceites a raudales y churretones de tempura por todos lados. Mi hermano mayor es buenísimo como persona, súper cariñoso y de lo más predispuesto a ayudar, pero… no heredo el toque especial para la cocina de papa. La paciencia.
La cocina parecía desaparecer entre sartenes, cuencos, tenazas y churretones... ¡¡¡Mi cocina con más grasa que un hipercolestomico (no sé si existe esa palabra) y la harina de la dichosa tempura por todos lados!!!! MI hermano mayor clava los montajes fotograficos que hace, hasta hacerte llorar... pero en la cocina es un desastre. Los aros de calamares los metía en la sarten con calzador, apretados y sin espacio suficiente para que se frieran con propiedad y eso que en el envase de la harina decía claramente que no se debian tocar los alimentos al freir... Ante tamaño desastre me fui a mi habitación horrorizada y se lo comenté a mi hermana Raquel… No se si creyo que exageraba o si quería comprobarlo in situ que fue ha echar un vistazo y salió por patas… Mira que yo soy algo “trafullera” haciendo de comer, pero ese día mi hermano me superó con creces. Pasados unos minutos, mi hermana y yo fuimos a la cocina y le dijimos a mi hermano que dejara el sartén y se fuera a comer ya que es diabético y se le estaba pasando la hora de la pastilla. Las baritas mágicas solo existen en los cuentos pero, no sé que sortilegio utilizamos Ra y yo que en un plis plas, la cocina estaba limpia (cacharros incluidos) y yo seguía al pie de la Teka, aprovechando los hectolitros de tempera para rebozar aros de cebolla y champiñones.
Este sábado y visto lo visto, la cuestión culinaria fue más light. Le dije a mi hermano que trajera de Candelaria una tortilla de papas con cebolla y yo hice un revoltillo de carne, receta heredada de mi señora madre y que no es otra cosa que un sofrito de cebolla, pimiento y tomate (puede ser de lata) pasado por un chino (un cacharro con una manubrio pa moler y no los que tienen una tienda de todo a 1 €) una latita de carne “Triple X” y si no hay pues una de “JSP” con dos o tres cucharas soperas de azúcar y a remover. Y muchos dirán… “Eso es un Boloñesa”… ¡Pues no. No es una boloñesa!... Ese es el "Revoltillo de Dña. Carmen". Para acompañar, pelé unas “mini” papas (las que me trajo Raquel de su casa, yo no compro que me salen grelos) las guisé con agua y sal y las seque (no con una toalla sino en el mismo fuego)para espolvorearla o como decia mi difunto padre, florearlas . M hermana Raquel que llevaba semanas apeteciéndole y como es una buena forma de que mama coma carne sin mantenerla ocho años en la boca mientras mastica....
Los sábados son diferentes en mi casa….Me gusta pensar que cada hogar tiene su día especial, como muchos amigos que reúnen a toda su familia para ponerse hasta las cejas de rica comida u otros que se van de pateo con amigos… Todo es salir de la rutina de la semana y hacer algo fuera de lo habitual.
Este sábado y visto lo visto, la cuestión culinaria fue más light. Le dije a mi hermano que trajera de Candelaria una tortilla de papas con cebolla y yo hice un revoltillo de carne, receta heredada de mi señora madre y que no es otra cosa que un sofrito de cebolla, pimiento y tomate (puede ser de lata) pasado por un chino (un cacharro con una manubrio pa moler y no los que tienen una tienda de todo a 1 €) una latita de carne “Triple X” y si no hay pues una de “JSP” con dos o tres cucharas soperas de azúcar y a remover. Y muchos dirán… “Eso es un Boloñesa”… ¡Pues no. No es una boloñesa!... Ese es el "Revoltillo de Dña. Carmen". Para acompañar, pelé unas “mini” papas (las que me trajo Raquel de su casa, yo no compro que me salen grelos) las guisé con agua y sal y las seque (no con una toalla sino en el mismo fuego)para espolvorearla o como decia mi difunto padre, florearlas . M hermana Raquel que llevaba semanas apeteciéndole y como es una buena forma de que mama coma carne sin mantenerla ocho años en la boca mientras mastica....
Los sábados son diferentes en mi casa….Me gusta pensar que cada hogar tiene su día especial, como muchos amigos que reúnen a toda su familia para ponerse hasta las cejas de rica comida u otros que se van de pateo con amigos… Todo es salir de la rutina de la semana y hacer algo fuera de lo habitual.