viernes, 24 de abril de 2009

¿DONDE FINALIZÁ LA LEALTAD DE UN TRABAJADOR PARA CON SU EMPRESA?



Cuando una persona lleva trabajando una cantidad inmensa de años en una misma empresa, considera a esta como su casa y a los compañeros parte de su familia. ¡Ahí es donde nos equivocamos!, porque puede ser que para algunos empresarios solo seamos simples números de los que pueden prescindir en caso de un beneficio bajo o cero, como sucede en estos tiempos de crisis.

En mi empresa la cosa no marcha todo lo bien que marchaba años atrás y conste que no hablo en sentido económico, ya que por ahora aunque tarde, hemos ido cobrando mes a mes y eso que se trata de una empresa de servicios y por tanto al no haber consumo, baja un poco el movimiento de carga. Lo que más me incomoda de nuestra situación es la incertidumbre que algunos han creado (abogados y gestores) entre el personal. Todos están de mal humor, ya que la mayoría son padres de familia y tienen adquiridas una serie de deudas (hipotecas, los colegios, letras del coche… alguna que otra financiera rara) y ven pasar los días sin que se les explique algo de una manera entendible.

Luego de no explicarte claramente la situación, si tomas la iniciativa y te sindicalizas, algunos gestores lo toman como un ataque directo a su persona, cuando realmente no es así, ya que nosotros sabemos perfectamente que “nuestra” empresa en el 2007 estaba saneada y apenas si tenía deudas adquiridas y que todo se complico al centralizar el tema contable en la península. Ya sabemos aquel dicho de “el ojo del amo engorda al caballo”.

No sabes que hacer o no hacer… si te sindicalizas y no lo comentas, parece que están haciendo algo a espaldas a la empresa. ¿Pero que hacer cuando pasa el tiempo y no te pagan? ¿Qué puedes hacer cuando llega un señor y te dice “Estas despedido pero no tenemos dinero para liquidarte”?, o sea, cohete el empute pero trabaja hasta que tengamos dinero en mano para decirte bye bye froilan, pues luchar por tus propios intereses ya que no lo hace la empresa.

Nombrar sindicatos en algunas empresas es como mentar a la mafia mismamente. ¡Pues no señores!.. Hay una serie de derechos laborales adquiridos que incluso han costado vidas de más de un manifestante durante la época más dura del trabajador. No luchar por nuestros derechos sería deshonrar la memoria de aquellos que dieron su vida para que nosotros tengamos lo que tenemos, nuestras vacaciones, nuestras bajas por maternidad, nuestras horas máximas a la semana…

Si para la empresa en este momento soy un número e incluso un lastre, para mi ella es en estos momentos un “vampiro” que ha vivido gracias a mi sudor y mi sangre. Por tanto no tengo cargo de conciencia alguno, ya que no le debo nada sino todo lo contrario. Gracias a muchos de nosotros que pensábamos que la empresa era “nuestra” (gran error pensar eso) y la sacamos adelante con esfuerzo e incluso alguno de los más antiguos a costa de su propia vida, alguno de los gestores actuales iban a la Universidad y disfrutaran de una calidad de vida superior a la nuestra. ¿Cómo lo pagan? Pues mandándonos al paro, con el mínimo de días estipulados por ley, saltándose los acuerdos estatutarios y esperando que encima les demos las gracias.

Siempre se sacrificará al trabajador, pero ellos no se llevaran la tartera al curro con el pincho tortilla y las croquetas, o a tomarse un piscolabis al chiringuito de la esquina. Ellos seguirán disfrutando de almuerzos en restaurantes de renombre y vistiendo Armani….