viernes, 12 de noviembre de 2010

Tomar el aperitivo de otra manera...





Cada vez que escuchaba la frase.... "Voy a tomar el aperitivo con las amigasssCariYa”, me sonaba a pijerio total y a gente superficial. A personas que tenía muuucho tiempo para sí mismas y que después de bastantes horas de darle a la cháchara con las compis, seguro que al llegar a su casa, la asistenta había pasado la aspiradora, la cocinera había hecho el “puchero” y la niñera estaba al tanto para recoger a los críos a la salida del cole. Era algo que consideraba fuera de mi alcance y de la peña de mi misma categoría, o sea, obrera tirando a “remendada”. Fue viendo un programa de la Sexta que se titulaba “La Tira”, descubrí una nueva “especie” de mujeres que se reunían por la mañana para hablar de sus vidas, una vez que habían dejado a sus hijos en el cole. "LAS MADRES". Todas ellas eran distintas… Sus ideas… su estatus… incluso su forma de vestir era diferente. Aún así tenían una relación bastante buena a pesar de las trifulcas que montaban cada día… Como dije en el post anterior, el estar parada ha hecho que empezase a frecuentar a las amigas que deje “aparcadas” en el camino durante los 17 años de mi vida laboral (no sé por qué sucede, pero es así). Nos reunimos en un par de mi barrio a tomar un cafecito, un barraquito o una manzanilla en mi caso, para más tarde meternos en el cuerpo una pulga de pollo mechado o queso blanco en su defecto. Puedo decir sin ruborizare que me han dado las doce del día estando de palique con las chicas. La diferencia entre la señora que tiene cocinera y yo es que como me levanto a las seis y media y apenas me maquillo (cuando lo hago y por la poca costumbre termino sorravayada y con los ojos negros del restregamiento) desde que me levanto hasta que llevo a mama al centro, tengo suficiente tiempo, para hacer algo de comer digno para mí y Mari (a veces la hago el dia anterior), recoger la ropa del tendedero y poner una lavadora. Lo que si tengo en comun con la jet set, es que tengo “asistenta” y que prefiero pagar para que me limpien la casa (que no esta tan sucia) y estar lo suficientemente descansada para cuidar de mi madre y hermana como Dios manda (frase hecha de toda la vida.. o al menos de mi vida).

La cosa es tal que así…

Después de llevar a mama al centro de día, donde la tienen como una Reina (hoy me vino con una caja con cuatro DONUTS, después de que esta mañana le dijera a una de las niñas que le fuera a comprar DONUTS que ella le pagaba), tiene más amigas que en toda su vida y lee, cotillea y marujea como nunca antes había hecho. La vida de mama fue… la que me esperaba a mí hasta que me espabilé… Retomo el tema.


Aparco el coche en las inmediaciones del bar y hago una llamada a mi amiga…

-¿Dónde estás?
-Aquí en la “oficina” – mientras de fondo escucho el jaleo que hay en el bar…
-Ok…voy para allá


El bar es un local sencillo, hecho más bien para la gente obrera que va a desayunar allí y que como todos los negocios en esta época de vacas flacas, no va como debiera, aunque ese es un tema que no quiero tocar al menos en esta entrada.

Hablamos de todo un poco, aunque deben suponer que temas como el BIG-BANG del Universo, el Sexo de los Ángeles y otros temas Socratianos no son muy abundantes, puedo decir que aun así siempre me voy con una sensación enriquecedora, ya que intento (como antigua observadora) descubrir la verdad que escondemos algunas personas y que solo se puede entrever escuchando entre líneas lo que verdaderamente son… Gente con buen fondo.


Hablamos de comidas… Sustituyendo en nuestras conversaciones el caviar por un bocata de chorizo de perro (algo parecido a la sobrasada pero con gusto diferente. Incluyo foto) el Martini seco por un barraquito con poco café (un cortado largo de leche y leche… un poco más largo) y la Pelu, el spas, el gym y la anti radicales libres, por la ultima plancha alisadora, la esponja exfoliante del Mercadona, la “cuesta” (pendiente) hasta el Ambulatorio y la ultima Deliplus que además de hidratar te deja una buena sensación en la piel…


No me siento excluida por no ser madre y de la misma forma que me cuentan anécdotas de sus hijos, yo cuento las que me suceden con Dña. Carmen (que hace unos días cumplió los 80) arrancando las mismas carcajadas sanas que soltamos cuando mi amiga cuenta que su nene se quedo atrapado entre las mantas y que de repente empezó a oír un “uy…uy…uy…” infantil y apurado.


Intercambiamos formas diferentes de hacer una misma comida… Trucos que nos alivian el día a día a cada una de nosotras. Comentamos Gran Hermano o Sálvame… Ya sé que suena a maruja total, pero… que les puedo decir… ¿Qué vuelvo a sentir que formo parte de algo más? ¿Qué mi hermana se encuentra mucho mejor después de que vamos a desayunar fuera de casa? ¿Qué ya no necesita estar todo el día en casa de nadie? ¿Qué no se siente un bicho raro entre esta gente?
La frase “tomar el aperitivo con las amigassss” me sonaba pijerio total, pero ahora entiendo que es una forma como otra de que mujeres de cualquier clase social compartan momentos de conversación, anécdotas y olviden por unos segundos la vida cotidiana, sea esta aburrida o no…


Quizás por eso es que he dejado un poco de lado este Blog. Pienso que tiempo atrás el tiempo que tenia libre lo “utilizaba” en recuperar fuerzas para lo que me esperaba al siguiente día, por lo que me refugiaba en lo virtual para escapar de mi “realidad”. Ahora simplemente cruzo la puerta de casa, camino unos metros y hago exactamente lo mismo, simplemente mirando a los ojos de las personas con las que hablo…

Buen fin de semana a todos



Para Ata… no pierdas la fe. Un gran abrazo amiga