viernes, 15 de mayo de 2015

Dependencia emocional




Las primeras fases del enamoramiento nos vuelve egoísta. Todo lo que nos rodea desaparece y solo vivimos para y por quien late nuestro corazón. Dejamos amigos, familia, hobbies... Las horas son pocas y pasan deprisa al lado del que te hace creer que vale la pena eso que estás viviendo....
¿En qué momento dejas de vivir con ilusión y empiezas a detectar que no todo es tan maravilloso? ¿que las cosas que te hacían ver que era especial desaparecen y aflora una persona que desconoces y  que no quieres llamar su atención, creyendo que todo es producto de tu mente?
¿como hacer desaparecer un sentimiento latente en ti como el primer día, cuando tu mente te dice de forma machacona que no hay vuelta atrás?

Pido consejo, pues se que más de uno, en algún momento de nuestra vida hemos pasado por este mismo proceso de inestabilidad emocional... entre el odio y el amor... entre el pasotismo y la desesperación... Entre la realidad y la fantasía... Pero ningún consejo del que mira desde fuera de forma neutral, nos es válido, ya que buscamos la respuesta que se adecue mas a el revoltijo en el que se convierten nuestros  sentimientos...

La lucha entre nuestra mente y nuestro corazón, nuestros sentimientos, es fratricida. Los dos, orgullosos, cabezotas, quieren ganar la batalla en detrimento de nuestro propio bien estar y nuestra paz espiritual. Cada palabra, cada echo, es analizada minuciosamente, como si de una investigación forense se tratara...
Ni siquiera poner en la balanza, pros y contras nos ayuda, pues convertimos en pros lo que eran contras y a la inversa, dependiendo de nuestro estado de ánimo... dependiendo de lo que como náufragos en una isla desierta necesitamos para avivar el odio o el amor.

Un día presumía de ser corazón de hielo... Lo que no pensé es que el hielo con el calor se derrite... en cambio la piedra sigue en pie, indestructible aunque se convierta en polvo...

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Consejos para evitar ser manipulados:

Cuando alguien te diga: Lo que debiste hacer o Lo que debiste decir es tal cosa, apresúrese a responderle: ¿Me propones acaso que intente retroceder el tiempo para hacer lo que debía haber hecho.

Ande con mucho cuidado, el término mágico "por qué" puede mantenerle en perpetua retirada. Y usted no tiene que estar siempre dando explicaciones de por qué ha hecho las cosas de la forma que las hizo. Las hizo así porque esa fue su propia determinación y ya está