martes, 2 de septiembre de 2008

Dos de Septiembre de 2008 por la tarde

A veces suceden cosas que están fuera de nuestro control.

Hoy cuando todo se me prometía feliz o al menos sin ningún escollo, ha sucedido lo inevitable.

De vuelta a empezar la pesadilla.

Quizás quien lea esto piense “que dramática” “a todos nos pasan cosas” “la vida es así”... pues yo les digo que me importa un comino que a todos les pasen cosas…me da igual que la vida sea asi… Mi vida en estos momentos ha sufrido un terremoto de 6 grados en escala Ritcher, peor aun porque no lo esperaba.

Sentimientos se mezclan en mí…Ira contra el destino o lo que sea que rige nuestras vidas. Miedo ante la incertidumbre de lo que pueda pasar y culpabilidad por no haberlo visto venir.

Era la una y media de la tarde cuando llegue a casa. Venia en el coche de risas con mi prima a la que recogí de su trabajo, hablando de todo y de nada en particular. Iba a aparcar, cuando vi a mi tío y al chico que me esta haciendo unas obras en casa en la acera. Estaba aparcando (mal para no variar), cuando mi tío se acercó a la ventanilla del coche y me comentó que habían llamado del centro de día donde esta mama. La chica que llamó (Cande) le había dicho que llevaba intentando localizarme llamándome al móvil, pero no había forma. Yo no suelo contestar al móvil cuando voy conduciendo, primero porque soy muy torpe y segundo porque me puede caer una multa de muerte, aunque para ser sinceros, entre el bacilon y la música no escuche el sonido, de haberlo escuchado, le habría dicho a Pepa (mi prima) que contestara. Al decirme mi tío eso, mire cuantas llamadas perdidas tenía y entonces me asuste… ¡seis! Eso ya me alarmó de por si. Así que entre rápidamente a casa y llamé al centro. Me contestó Cande, me dijo que no me asustara, pero que a mi madre le había dado como una especie de trombo y que habían llamado a una ambulancia, para llevarla a urgencia. Yo me quede en trance directamente.

No se como reacciona el resto de la gente cuando les dan alguna mala noticia. Yo reacciono como si el hecho fuera ajeno a mí, a veces con una frialdad que abruma, así que le pregunté como había sido y una vez informada empecé a realizar algunas llamadas.
Al primero que llame, fue a mi hermano mayor que por suerte esta de vacaciones, le conté lo sucedido y donde habían llevado a mama. Posteriormente llame a mi hermana pequeña, que esta casada y también esta de vacaciones. Lo extraño es que cuando lo hice, un sentimiento se adueño de mi, el de la revancha. En ese momento no pensaba en mama ni en las posibles secuelas que le puedan quedar por este suceso, a mi mente vino un día en concreto, en que dos personas a las que tenia en alta estima me hicieron sentir una mierda con sus sms. Así que sin anestesia…en realidad si hubo pero local…le conté a mi hermana lo que había pasado, para que sepa lo que duelen algunas cosas. Y no me importa que me tachen de vengativa, porque no lo soy. No soy la típica persona que se guarda las cosas y aprovecha para lanzarlas cuando peor esta la otra persona y puedo jurar que nunca lo he sido, porque pienso que Dios pone a cada cual en su lugar, pero tanto me marco aquello que dentro de mi he esperado que algún suceso hiciera que de alguna manera ellas sientan lo que yo siento y sentí, aunque de alguna manera me ha salpicado a mi la cosa.

Después de haber escupido un poco de veneno (un poco nada más, no me gusta hacer leña del árbol caído), llame a mi cuñada Lu, la esposa de otro de mis hermanos, con la que me llevo mejor que con los de mi misma sangre y de las que a veces otras personas tienen celos por lo que me dicen de ella. Le conté a largos rasgos lo que me habían dicho y le pedí un favor, que si no le importaba acercarse a urgencia por mi, porque yo no quería faltar al trabajo y el que ella fuera era para mi como si yo estuviera presente. No dudo ni un segundo, dijo que tardaría el tiempo justo de vestirse, incluso hablo de la posibilidad de contactar con una amiga que trabaja en el hospital, con la posibilidad de entrar y estar acompañando a mi madre, como así.

Hecho todo esto, sentí una angustia tan grande que solo las lágrimas podrían hacer que desaparecieran. Empecé a llorar sin consuelo…comencé a sentir miedo, angustia y culpabilidad, esta ultima por no insistir en acudir al medico, cuando anoche mama empezó a divagar y ha hablar incoherencias, su intranquilidad me tenia que haber puesto sobre aviso, pero no fue así.
De todas formas, como me dijeron mi prima y mi tía Ana, que vinieron a casa, después de llamar a mí prima y contarle lo que me había pasado. Nadie… solo Dios…sabe lo que nos pasara a cada quien. Además mi madre, aunque me duela reconocerlo, es una persona mayor y enferma, que más tarde o más temprano se irá de mi lado y que esos sentimientos lo que conseguirán es ahogarme y debilitarme, por lo que no podré atender a mi madre como debo, cuando esté en casa.

A esta hora no he recibido ninguna información, solo la que mi cuñada me dio a eso de las cuatro y media, que le había repetido allí, que estaba tranquilita pero muy deprimida que tenía poca movilidad en su parte derecha y que estaban a la espera de que le hicieran unas pruebas (escáner y demás), para descartar cosas.

Lo peor es la espera de noticias y sobre todo de noticias esperanzadoras.

NOTA: mama está en casa, una gran infección de orina se le complico ocasionándole convulsiones…. Ya respiro mejor

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Consejos para evitar ser manipulados:

Cuando alguien te diga: Lo que debiste hacer o Lo que debiste decir es tal cosa, apresúrese a responderle: ¿Me propones acaso que intente retroceder el tiempo para hacer lo que debía haber hecho.

Ande con mucho cuidado, el término mágico "por qué" puede mantenerle en perpetua retirada. Y usted no tiene que estar siempre dando explicaciones de por qué ha hecho las cosas de la forma que las hizo. Las hizo así porque esa fue su propia determinación y ya está