¿Sindrome precumpleaños?

Llevo días que estoy tristona y apática. Nada me motiva, parece que el frío que hay en la atmósfera intenta introducirse en mi alma y en mi espíritu.

El domingo fue el peor de mi vida, creí por momentos que me volvía loca. Las ideas negativas no dejaban de atormentarme, llegando incluso a pensar que en verdad nadie me tiene cariño y que si yo faltara, nadie me iba a llorar y echar de menos. En un segundo, que para mi fue eterno, pasaron miles de imágenes de mi vida. Todas las cosas malas que me han sucedido, muertes, desengaños amorosos, discusiones, desfilaron por mis narices como si se tratara de una cabalgata de sucesos desagradables y donde el principal protagonista era mi egoísmo.

Llegué a creer que soy una persona ruin y celosa, que necesita para vivir el reconocimiento de mi familia y del resto de la gente, de lo altruista que soy cuidando de mi madre y mi hermana, "sacrificando" mi juventud (o lo que queda de ella). Mis hermanos, simples colaboradores, deberían besar el suelo por donde piso, ya que soy la “abnegada hermana”, que se ha quedado a vivir con su madre enferma.

¿En que momento deje de sentirme orgullosa por cuidar a mi madre? ¿Qué hay te toda la palabrería que he utilizado para decir: “ahora si me siento realizada como persona porque estoy haciendo algo útil en mi vida”. ¿Por que este cambio tan brusco?... No entiendo lo que pasa por mi mente y por tanto no puedo ponerle solución.

Yo no se si serán estas fechas o el tiempo, que hacen que nuestra sensibilidad este a flor de piel. O quizás todas las cosas negativas que se dicen y que nos rodean en el trabajo. No se… no lo tengo muy claro.

A veces pienso que se ha dado una coincidencia en tiempo y espacio para que aquellas pequeñas piedrecillas que me han colocado en el camino de la vida y que en otros momentos puedo sortear con facilidad, se junten y formen la inmensa bola que intenta arrastrarme a no se donde.

El cerebro es el órgano más poderoso que poseemos. Es como un ordenador central, que procesa todos los datos habidos y por haber. Solo tiene un gran inconveniente que no podemos formatearlo y eliminar, aquellas vivencias traumáticas, como hacemos con los virus maliciosos, repitiéndose estas en nuestra mente e impidiéndonos el buen funcionamiento del resto de nuestro cuerpo.

Tengo una buena memoria fotográfica, además de acordarme de a que película pertenece una determinada banda sonora. La cosa cambia en cuestiones cotidianas del día a día, la memoria me falla, tengo que apuntar aquí y allá, incluso escribirme en la mano algo que crea que sea importante no olvidad. Dejé pasar dos citas para consultas de especialistas de mi madre, con lo complicado que está el tema de la seguridad social en cuanto a citas. Cada vez que voy al supermercado, tengo que hacer una lista de la compra exacta, porque si lo dejo a mi libre albedrío, terminaríamos comiendo servilletas y papel higiénico.

Me hubiese gustado que el relato de hoy, hubiera tenido otros tintes más humorísticos, pero por ahora es lo que tengo en mente y no puedo sacarlo de ahí, a menos que lo transcriba como hago casi siempre y pase los datos de mi mente al papel o en su defecto al blog.

Felices fiestas a todos….