jueves, 7 de agosto de 2008

Que cosas me pasan entre el duerme y vela...

Lo que a mi me pasa mientras duermo no es normal…
Sin ir más lejos. En la madrugada de hoy a eso de las cuatro y algo de la mañana y cuando estaba metida en pleno apogeo onírico (o sea…durmiendo a pierna suelta y con unos sueños de p.m. – y no es post meridiam), un contractura del gemelo de la pierna izquierda de despertó de repente. El dolor era horrible y si unimos este con lo de no poder gritar como requería la ocasión, limitándome a un gemir, como si fuera un gato muerto de hambre, ya se pueden imaginar como me quede después del espasmo. Para colmo de males, me entro la meadilla, yo que duermo en una cama IKEA a un metro sobre el suelo, tuve que bajarme como si fuera medio invalida, arrastrando la pierna izquierda por todo el pasillo hasta llegar al baño.

Eso me ha hecho recordar muchas de las veces que en medio del sueño, me he despertado de repente sin ningún motivo aparente. Una vez abrí los ojos y mire al techo y lo que en realidad era un plafón de 3 fotos, mi mente aun dormida registró como un mono Titi agarrado a un árbol, otra se convirtió en un taburete colgado del techo.

Recuerdo un verano que pasamos en Las Caletillas, en los que dormíamos cinco personas en lo que era la sala de estar, yo en una cama (como era rellenita dormía sola) y en un sofá cama mi prima y mi hermana pequeña. De repente empecé a tener una serie de pesadillas, en las que no podía despertarme, pero si escuchaba lo que sucedía a mí alrededor. Oía las risas de mi prima y hermana, mientras yo intentaba decir “despiértenme…despiértenme”, sin que saliera nada de mi boca que un simple murmullo, fue cuando me enfade (sin despertarme aun) y empecé a lanzar palabrotas que aquellas dos entendían a medias y provocaban mas su hilaridad. Al final se compadecieron de mí y entre risas me sacudieron hasta que pude salir de las telarañas del sueño. Eso me pasaba constantemente, por lo que fue motivo de cachondeo entre nosotras.

Con el tiempo y leyendo una de esas revistas extrañas como AÑO CERO u otra similar, encontré la explicación para tan extraña anomalía. Por lo visto, a veces suele pasar que la mente se despierta del sueño, registrando lo que sucede alrededor no así el cuerpo físico, o sea, que la mente se va de fiesta y el cuerpo que es vago por naturaleza se queda durmiendo como un tronco….

Otro caso anecdótico es el del terremoto que hubo hace “milenios” aquí en la isla, es lo mas surrealista que me ha pasado en la vida.
Por aquella época, dormía en la parte alta de una litera, de aquí mi costumbre de las camas altas. La pobre estaba medio renqueante, ya que Ra y yo nos dedicábamos a saltar en ella como si fuera cama elástica, así que cada noche, nos liábamos a martillazo limpio para juntar los travesaños de los cabeceros y evitar que la cama cayera al suelo en medio de nuestro sueño.

Dormía placidamente, cuando un movimiento de balanceo movió la cama. Mi mente no registro peligro alguno, todo lo contrario, disfruto de este como si una mano invisible meciera la cama. Supongo que este suceso activo algún recuerdo de mi infancia y por eso me quede tranquila. No se cuanto tiempo pasó, supongo que unos segundos, cuando pensé que aquello no era normal y abrí los ojos como platos… luego empecé a escuchar a los vecinos que salían despavoridos de sus casas, en concreto una empezó a golpear con fuerza en la ventana, avisándome de que saliera a la calle, cosa que no hice, porque pensé, el primero es el mas fuerte y si no ha pasado nada… o por bruta, si me tiene que pasar algo que me pase en mi casa y abrigada…

Yo no se si soy un bicho raro, pero a mi mientras duermo me pasa de todo, incluso levantarme de golpe, saltando de la litera y asustando a la gente que dormía en mi habitación, porque mi mente registro un ruido y en mi sueño habían unos cacos entrando por una de las ventanas de la casa y sin terminar de despertarme, le doy un manotazo al interruptor de la luz, para poder pillarles in fraganti y encontrarme con mi hermana mayor que cerraba las persianas que había olvidado trancar a principio de la noche y darle un susto de muerte.

Cosas así podría contar un millón, pero este texto no tendría fin. Así que lo dejo en este ultimo recuerdo para que se hagan una idea de cómo soy durante el sueño…