Hola
amigos lectores de mi blog.
Hace
tiempo que no escribo. “Ves pasar la vida por delante y no tienes tiempo, ni
ganas de vivirla” esa es la definición más clara que he leído de mi situación
durante estos cuatro años y conste que no me quejo de la decisión que tome en
su día de cuidar a mi madre, hasta que dejara de viví (corregir)….
Quería
hacer un resumen del año 2013, pero fueron tantas cosas que me sucedieron,
buenas y malas, que un solo post no
daría para contarlo, además de que mi mente ha guardado en el archivo de las
vivencias, aquellas que bajo su criterio (el de mi mente) fueron importantes.
Finalizó
el 2012 con un escáner a mi madre para descartar posibles nódulos tumorales en
pulmón izquierdo, con la profecía Maya rondando por la mente de muchos e imágenes
catastróficas en la mía, después de ver la película 2012. Ese año y con el
cansancio acumulado y sintiendo que mi labor no era reconocida como merecía, ni
por parte de mi familia y amigos, ni por parte de un profesional, tomé la
decisión, previa consulta, de no celebrar la Noche buena en casa y evitar un
trabajo extra… A veces me arrepiento de no haberlo hecho, otras me digo que no
hay que arrepentirse de decisiones meditadas, sea cual sea el final…
Y llegó
el 2013… En el escáner a mi madre, no encontraron nada anormal, que no fuera
aquellas debilidades propias de su edad y sus múltiples patologías.
Insuficiencia respiratoria, renal y una cardiopatía. Bien cuidada y bien
hidratada, además de un carácter amigable y pizpireta. Mi hermano y yo salimos de la consulta de Medicina
Interna, contentos en cierta medida porque se había descartado lo peor… aunque
la espada de Damocles se alzaba sobre nuestras cabezas.
En Mayo
tuvimos que trasladarnos a Candelaria, porque en esa fecha empezabas las obras
de rehabilitación de la casa suscrita con el Ayto. de San Cristóbal de La
Laguna, para reparar humedades y
filtración de aguas de la azotea. Aunque el ritmo de vida no cambio mucho, fue
positivo el cambio de aires, Mari estaba más tranquila, dormía más y yo me
relaje bastante. Mama seguía yendo al centro de Día y el trayecto se le hacía
muy pesado. Estando allá sufrió un principio de Neumonía, pero supongo que el
aire del mar hizo que la recuperación fuera rápida. Mama pensaba que las obras
durarían poco. Echaba de menos su cama, estaba algo desorientada y había días
que me despertaba llamándome porque no sabía en donde estaba.
A
finales de Agosto regresamos a Taco, mama estaba encantada, la casa estaba en
buenas condiciones, su habitación sin humedades y pintada de blanco, era feliz,
aunque se cansaba más a menudo.
De un día
para otro, en el centro de Día le descubrieron unas llagas en la boca y decidí,
después de que la cuidadora insistiera mucho, llevarla al centro de salud, con
tan mala fortuna que no estaba su doctora de cabecera, sino una sustituta, que
aunque hizo bien su trabajo, no conocía mucho todas las patologías que tenía mi
madre. Con un tratamiento para la boca, volvió mama al Centro, pero pasaron
unos días y las chicas me decían que no veían que las llagas desaparecieran
como esperaban y además le notaban golpes de tos, vuelta a la doctora y como
mama era enferma de riesgo me la derivaron a urgencias del Huc. Todo el proceso
es muy largo de contar, así que intentare resumirlo… Una noche en urgencias
paso mi madre, le habían detectado infección de orina y me la medicaron.
Urgencias es todo lo que uno no puede desear para un paciente anciano… Gritos,
golpes de objetos, luces que no se apagan. Mi madre es epiléptica por lo que
una luz directa en la cara durante toda la noche no la puede soportar. Le
dieron el alta y la tuve en casa un par de días, viendo que estaba mejor, la
llevé al Centro de día… Ese día a mi me hacían una analítica y coincidí con
unas amigas, así que aproveche que tenía la mañana libre y nos fuimos a una
cafetería a tomarnos algo y luego a ver la casa de una de ellas… En el trayecto
recibo una llamada de Nai, la jefa del Centro de Día, mi madre no dejaba de
convulsionar de forma violenta. Le dije que llamara a la ambulancia que yo no
estaba en casa y que de paso avisara a mi hermano.
Primero
el error de la ambulancia… Después de repetirle un millón de veces que mi madre
pertenecía al HUC, la derivan al Hospital de La Candelaria, mientras nosotros esperábamos
como tontos (mi hermano y yo) la llegada de la ambulancia en el HUC. En el HUC
como si no pertenecieran al Servicio Canario de Salud, se desentendieron del
tema y no fueron capaces de llamar al Hospital de La Candelaria para comprobar
si mi madre había sido llevada allí. Yo y mi hermano tuvimos que buscarnos el
guiso. Cuando llegamos a La Candelaria, nos comentan en información que habían estado
llamando por los familiares de mi madre y que no habíamos contestado. Nosotros
mientras… esperando la llegada de la ambulancia en el HUC, luego dice el señor
Paulino Rivero que los familiares nos desentendemos de los pacientes… tócate
eso… Mientras mama estuvo en la Candelaria y yo la estaba acompañando, sufrió de
nuevo una crisis convulsiva, la trasladaron a la UCI y de vuelta a malos
entendidos (por mi parte, no lo niego) o malas explicaciones por parte del
personal de La Candelaria, que piensan que todos somos facultativos. El
traslado al Huc, se realizaría en cuanto hubiera ambulancias libres, ya que según
le comentaron a la doctora que llevaba a mama estaban overbuquin por la
cantidad de traslados y enfermos. Nos fuimos para casa, ya que llevábamos más
de 8 horas en urgencias dejando dicho en punto de información que por favor nos
avisaran en el momento del traslado para estar presentes.
Cuál
fue nuestra sorpresa, cuando a las once de la noche recibimos una llamada desde
el HUC diciendo que mama estaba allí y preguntándonos lo sucedido, conté por
cuarta vez lo sucedido y a la hora de la visita estaba allí para saber cómo había
transcurrido la noche y el diagnostico… Descompensación del Valproato
(medicación de la epilepsia) y que sería dada de alta en el día… A las doce llegó la ambulancia con mama, a la
una llame una ambulancia porque volvió a sufrir una crisis convulsiva en casa…
Quiero
resumir y parece que no puedo, porque es tan grande la cadena de errores que no
terminaría nunca… A mi madre la ingresaron quince días para estabilizarle el
valproato en sangre y le dieron el alta… Lo que yo no sabía que tenía un
pequeño infiltrado en el pulmón izquierdo (liquido en el pulmón) e hice la vida
normal de siempre, baño por la mañana y llevarla al Centro de día… Con el
ingreso había perdido fuerza en los pies y casi no se mantenía en pie sin
cansarse, incluso llegándose a caer al suelo…
Nueva
consulta a su doctora y un vomito delante de ella con flemas purulentas le
hacen tomar la decisión de derivarla de nuevo a urgencias del HUC, para que le
realicen placas y analítica… Ya no volvió a pisar su casa… El 5 de Noviembre la
lleve a la doctora de medicina ambulatoria, el nueve cumplió 83 años en la sala
de Transito del HUC y el 13 de Diciembre falleció en el Hospital San Juan de
Dios.
A veces
me da por pensar que si no hubiera habido esa cadena de malentendidos y
sucesos, mi madre aun estaría un año más con nosotros, otras… que su ciclo vital
había llegado a su fin y que Dios, el Universo o el Destino, no quería que su
agonía se alargara y que mi carga aumentara…
Lloré
su muerte… llore su pérdida… Ahora solo me queda su recuerdo y verla de vez en
cuando en mis sueños…
Siempre
te querré y nunca te olvidare Carmita, mami querida…
Querida Bego, no sabes como te entiendo, yo pase hace cuatro años por el mismo calvario, revisar las decisiones tomadas de nada vale, la decision tomada en cada momento era la que vimos adecuada y la que tomamos, ahora de poco sirve castigarnos.
ResponderEliminarEl dolor de la perdida nunca desaparece, lo que pasa es que se va dulcificando, hasta el punto de no recordar ya los malos momentos y si las cosas buenas y bonitas que vivimos con ellas, nuestras madres, con las que se nos va un trozo de nosotras mismas.
Un beso grande amiga.
Gracias Inma... Creo que tome las desiciones que creia correctas en su momento. Siempre he pensado que es de tontos machacarse con lo que pudo haber pasado si hubieramos hecho lo contrario, aun así esta esa parte de nuestra mente que intenta buscar culpables para dulcificar lo que no entendemos... la muerte. De lo que estoy segura es que hice lo que quise, cuidar a mama hasta el final, que nadie me obligo y por ese lado me siento bien conmigo misma y siento que si existe otra vida, otro mundo donde dejamos nuestra mortaja de carne y somos parte del cosmo, donde mi madre y mi padre estan orgullosos de lo que he hecho y sigo haciendo... Besos Inma...
EliminarHola... cuentas unas sinrazones , se supone llevan al final de tu querida madre.
ResponderEliminarYo soy testigo de tu preocupación , de tu sinvivir y tu dedicacion a tu seres queridos ( en este caso a tu mama).
Es cruel , sentirse culpable ... pues como bien dices ... hicimos todo lo que pudimos en cada minuto y momento . (pudimos equivocarnos .. igual no fué asi) .
Yo sé ... hicistes, luchastes, atendistes a tu madre en todo momento y hora... no te hagas responsable del destino de tu amada madre .
Isleña... los encontraremos ..alli en las nubes , en los arboles, en los olores y los colores... nos estaran esperando con los brazos abiertos ... para guiarnos y continuar mimandonos como cuando eramos niños :)
Lorenza ( Rosa) .
En todo eso y mas encuentro a mi madre... y sobre todo en mi misma, porque soy lo que aprendí de mi madre :)
EliminarQuerida Begoña, tal vez ni me leas, pero quiero darte todo mi cariño y pésame por la marcha de tu mama.
ResponderEliminarUn abrazo muy muy fuerte!