jueves, 19 de febrero de 2009

Una de arroz amarillo con pollo y langostinos pelados del Mercadona

Hola amigos y amigas….

Al igual que tengo inquietudes literarias (por eso lo de este blog), soy algo cabezota (defecto o virtud heredada por parte materna) y cuando hago algo, me gusta que salga bien, por no decir perfecto, porque además de superarme a mi misma, recibo algún que otro halago que hace subir mi maltrecho ego de cocinillas.

Por eso es, que cuando una comida me sale bien hasta el punto que mi familia repite por segunda vez, parezco un cohete que sube hasta la Luna. Así que para no salirme del tema, voy a explicar como hice el sábado pasado, un arroz amarillo con pollo y gambas que quedó tan sabroso que mi hermano mayor (el puntilloso para los arroces), me dijo que estaba buenísimo y repitió.

Diré que mis explicaciones de las recetas son algo… personalizadas a mi propio estilo, así que les aconsejo que leán esta receta como si fuera un relato más de mi ajetreada vida, pero con un algo de consejo que pueden o no tomar…

Cuando voy a Mercadona ha hacer la compra grande… para el que no lo sepa hay varios tipos de compra…”la compra del mes” (que yo no hago porque somos tres pelagatos), “la grande” (cuando se compra mogollon y se gasta un poquitin más de 100 euros), “la de la semana” (compras algo de fruta, verdura, carne y chasina) y la de “ya que estoy aquí”, para mi la más peligrosa de todas, porque vas a comprar un desodorante y terminas con “la compra del mes”… Pues como iba diciendo, cuando me da por hacer la compra grande, artículos de limpieza, verdura, fruta, enlatados, congelados… suelo comprar una bandejita de contra muslos pelados y troceados que meto en el frigorífico nada más llegar a casa, por si algún día me decido ha hacer alguna receta de provecho (por ahora no se me ha caducado lo que he comprado) y así hice… Y aprovechando que en el MERCADONA quitaron la pescadería y pusieron unos expositores con variedad de pescado, moluscos, gambas y demás, todo ello envasado y tan bien presentado que te entran ganas de llenar el carro. Pues entre juroneo y tal, cogí una bandejita de langostinos (para mi gambas de toda la vida) ya pelados (como nos ayudan a las que tenemos muchas cosas que hacer y no tenemos tiempo pa naaa) que terminó también en el congelador.

El viernes me dije…”Mañana hago un arroz con pollo para aprovechar los contra muslo y le meto las gambitas a ver que me sale”, y antes de que se me olvidará o lo recordara cuando estaba entre mantas, saque los muslos del frigorifico y los deje descongelandose.

Al día siguiente y una vez que acicale a mama y le di el desayuno y medicación a “mis” dos niñas (mama y Carmen) y después de tomarme un café con leche, con más café que leche para despejar las telarañas de sueño y dejar la casa y cocina en condiciones, me puse manos a la obra.

Media cebolla, un trocito de pimiento verde y otro del rojo (menos de un cuarto) tres dientes de ajo y a picar en la Braun (lo hice por separado).
En la olla rápida, pongo chorretón de aceite oliva extra virgen hacendado (que cubra el fondo) y empiezo a pochar la verdura (pimiento, cebolla y ajo) a fuego medio (4 en mi Vitro del 1-9). Mientras por otro lado pongo sobre el pollo de la cocina (encimera para los no canarios) los mejunjes y hiervas…pimentón, colorante, jengibre (un descubrimiento increíble), Laurel, tomillo, pimienta negra y una pastilla de Avecrem. Dos vasos dúralex de tubo llenos de arroz "Rocio"y las gambas…uy! Perdón… los langostinos (deben de ser del número 16 por lo menos por lo “enanos” que son) pelados y unos guisantes que vienen en lata y que yo tenia en el congelador, porque no los consumí todos.

Una vez que la friturita esté pochadita le pongo las especias. Una cucharilla de café de pimentón molido, dos sacudidas de jengibre, una de tomillo, dos o tres de colorante, una hojita de laurel, la pastillita de Avecrem y dos molidas o tres de pimienta negra (dependiendo de lo que se muela). Con mi cucharita de palo, uno todo a la fritura y antes de que se empiece a quemar el invento, le añado un vaso de agua y coloco los contramuslos. Vuelvo a añadir más H2O hasta cubrir (no ahogar) el pollo. Cierro la olla y dejo de diez a quince minutos, contados a partir de que empiece a escupir vapor como una loca.
Terminado ese tiempo, giro la válvula para que expulse todo vapor (que no es lo mismo que quitar la tapa que luego pasa lo que pasa) y cuando se baje el seguro compruebo si el pollo esta blandito o no… En mi caso tuve que ponerle cinco minutos más de olla porque estaban como una piedra.

El pollo en la olla para mi está listo, cuando empieza a llegarme un ligerísimo tufillo a quemado y así fue como pasó. Aparto del fuego y realizo el mismo proceso anterior. Giro la válvula para que salga el vapor, etc... etc...

Ya esta el pollo hecho. Así que vamos con el arroz.

Utilizando el mismo “fuego” de la Vitro y aprovechar el calor, coloco un caldero (cacerola, cacharro…) chato que tengo especial para los arroces (lo compró papa que tenia ojo para eso en Ccial. Toledo). Pongo aceite (en mi caso utilice el aceite que estaba en la superficie del compuesto de pollo, la fúi sacando con una cuchara sopera) hasta cubrir el fondo. Cuando la aceite esta calentita pongo el arroz, dos sacudidas más de colorante para que quede amarillito y empiezo a remover y dorarlo a fuego medio…
Entre removida y removida, saco el pollo de la olla para quitarle los huesos y pongo en otro fuego más pequeño la olla, donde he metido los minis “langostinos” para darle un primer hervor y no queden crudos.

Cuando los granos de arroz empiecen a freírse (no carbonizarse) y se vean algunos de color blanco, le añado tres vasos de agua y el resto de la salsa con los minis langostinos, el pollo troceado, los guisantes y bajo la Vitro a 3 y tapo. Voy mirando de vez en cuando y cuando veo que se ha embebido la mayoría del líquido le añado una aceitunas, pimiento morron de lata en tiras, vuelvo a tapar y apago la Vitro para que se haga con el calor….

Me salió un arroz buenísimo y como el anuncio Arroz Rocio “…el arroz de las canarias” no se me pasó.

Espero que hayan entendido la receta y que les sirva de ayuda a los que como yo no son muy duchas en la cocina o no les han pillado aún el truco al arroz (blanco, amarillo, verde, negro o azul).

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Consejos para evitar ser manipulados:

Cuando alguien te diga: Lo que debiste hacer o Lo que debiste decir es tal cosa, apresúrese a responderle: ¿Me propones acaso que intente retroceder el tiempo para hacer lo que debía haber hecho.

Ande con mucho cuidado, el término mágico "por qué" puede mantenerle en perpetua retirada. Y usted no tiene que estar siempre dando explicaciones de por qué ha hecho las cosas de la forma que las hizo. Las hizo así porque esa fue su propia determinación y ya está