La virulada ataca de nuevo

Buenas…. (por decir algo).

La virulada ataca de nuevo y además de dejarme con un mal humor impresionante, también con pocas ganas para nada, ni pa comer.
Me he pasado lo que llevo de fin de semana medio encamada, en la cama es donde mejor se está cuando entra la “peste” gripal o resfriado, entre manta y manta tipo sándwich y levantándome lo imprescindible, para poner la comida a mama y a Carmen, hacer pis y seguir metiendo líquidos en el cuerpo y así expulsar el mal.

Tanto cambio brusco de temperatura no puede ser bueno. Ya lo decían en “El día de mañana”, una de mis pelis favoritas y que utilizo para dormir (ya contaré otro día esa movida). El cambio climático nos afecta a todos… y vaya que nos afecta.

Te levantas por la mañana con castañeteo de dientes como si estuvieras tocando una sevillana, te pones ropa sobre ropa y al final te miras al espejo y pareces una cebolla de tanta capa. Ya en el coche, que está frío por fuera y por dentro, tardas en calentarte el mismo tiempo que tardas en llegar al trabajo. Ya en la oficina, no sabes lo que es entrar en fase de complacencia (cuando empiezas a sentir que si existen los dedos de los pies) hasta las doce de la mañana, que es justo una hora antes volver a meter el body en el vehiculo para volver al hogar…dulce hogar. El coche, que ha estado a la intemperie durante cinco horas, si ha llovido (como ha pasado en estos días) parece un arcon frigorífico, de esos para meter gran cantidad de carnes y pescados y que no te pille la crisis, te pones la calefacción y con todo el ropaje, que casi me impide conducir, pues vas escapando. En cambio si a partir de las diez a cambiado la cosa y ha salido un sol achicharrante y por supuesto me he olvidado poner el parasol, cuando te sientas parece que lo has hecho sobre un plancha para asar pinchos morunos… pobres de las que se sufren en silencio. Si voy bien de tiempo, pues me quito chaquetón, rebeca, bufanda y me remango la blusa, pa de paso que te de el solito por la ventanilla abierta. Si tengo que salir como un cohete porque toca compra, me paso todo el trayecto sintiendo como el sudor empieza a penetrar en los tejidos…¡ajjjkkkk! ¡Y no puedes parar! Esa es otra ¿Te imaginas parada en el arcen de la autopista quitándote ropa? Yo no soy una tía cien por cien, pero con tanto alcahuete suelto que hay por ahí, más de un accidente provocaría al parar para ver como una chalada se quitaba la ropa. Luego esos mismos, llamarían a la policía y un agente de trafico macizorro, porque en mi imaginación así aparece, me preguntaría que “que coño estoy haciendo”, yo pondría mi mejor vocecita de niña buena y con ojos lastimero le diría:”Es que señor agente, miré usted que con el cambio climático, yo venia preparada para el Polo Norte y me siento como en el Gobi”. Una de dos, el agente se apiada de mi y me pide el numero del móvil para “compartir impresiones” o…….Detenida…esposada e ingresada en el Psiquiátrico. Menudas navidades. Por lo tanto si me da tiempo me quito el abrigo y tan feliz y si no me da tiempo, me aguanto el calor hasta llegar a casa, eso si nada más entrar por la puerta, empiezo el estriptis… ¡Fuera abrigo…y botas…y…y…aiiimmmmmmm los calcetines de lana a la mierda! Me encasqueto los zuecos con agujeritos y chancleteando me voy corriendo a la cocina a reponer líquidos, no sea que termine con una gran deshidratación y si puede ser fresquito mejor. Toma cambio brusco de temperatura pa el cuerpo.

Otra situación, que fue la que me ocurrió la pasada semana, es la siguiente. Para ahorrar tiempo, suelo preparar la ropa del día siguiente por la noche y dependiendo de cómo ha estado ese día me decido por una ropa u otra. Pues me decidí por una sudadera no muy gruesa de color rojo (por lo de las navidades) fresquito porque como decía el hombre del tiempo que iba a cambiar el ídem.
A la mañana siguiente y nada más salir por la puerta, sientes como desde el cielo te cae el equivalente a un cubo de agua, y como siempre voy corta de tiempo ¿para que voy a ir para atrás a buscar el paraguas?.... ¡se me hace tarde y son dos gotitas de nada!... Dos gotitas de nada…dos gotitas de nada…”agua que no moja empapa” y terminas el día aterida de frío, con dolores en todas partes del cuerpo menos en las pestañas y con la obligación de preparar una cena en condiciones porque es Noche buena….
Menos mal que todos estábamos más o menos igual y el quiosco se cerró a las doce, porque si como estaba, me obligan a estar hasta las tantas, me veo en la UCI con respiración asistida…un poquito exagerado pero… ¿Quién no exagera con la gripe?

Bueno…quería dejar mis impresiones sobre la epidemia de gripe que está suelta y que según la televisión el pico más alto será a finales de Enero del próximo año…. ¡¡¡EEEHHHHHH PAAAAAAAREEENNNN QUE YO ME BAJO!!!!

¡¡FELIZ AÑO 2009!!!!

Por data: Llegó Elena la esposa de mi sobrino y si se le nota la tripita. Hablar con ella es divertido, utiliza palabras del castellano que nosotros tenemos olvidadas. Es un tesoro... A mi sobri le toco la loteria.