Una nueva raza urbana

Siempre he pensado que los taxistas y los que manejan grandes máquinas, como camiones o guaguas (autobuses), son una especie diferente dentro de una nueva raza por mi llamada:

“LOS CONDUCTORES"

Me da la risa, cuando en varias ocasiones les han entrevistado, por televisión o radio y les oyes echar pestes de los comentarios que hacemos el resto de los conductores, alegando en su defensa que les tenemos manía, que son buenos al volante y que la culpa de todos sus males, los tenemos el resto de los que estamos en la carretera y no somos un SP (servicio público), o sea, que casi todos los comentarios sobre taxistas, son simplemente una mas de las leyendas urbanas que circulan por el país… Yo no discuto que su vida es estresante además de peligrosa, ya que no sabes con el pasaje que te puedes topar….pero de eso a decir que son unos “Ángeles” al volante.

Vamos a ver… ¿Quién de nosotros no ha tenido un taxi delante, cuando de repente y sin anestesia, han frenado para dejar el pasaje en un sitio inapropiado? A mi me ha pasado esta tarde. Yo no le precedía sino una cabeza tractora (camión) con su correspondiente remolque, mas contenedor. Eso hizo que no nos diéramos cuenta de quien interrumpía la circulación, haciendo que se colapsara la entrada al puerto y que los bovinazos flotaran por el aire. Fue cuando empezó a moverse la pequeña cola que se creo cuando observe a un taxi que giraba en la rotonda. Entones lo comprendí todo. ¡Que bonito…taxista tenias que ser!. Como que no había espacio suficiente para parar sin molestar al prójimo.
Atrévete si eres valiente a realizar esa misma maniobra, indicándola 3 metros antes con intermitente, moviendo la mano… Se acuerdan de quien te hizo, de quien te trajo al mundo y de la parte de tu familia que no se encuentra entre los vivos.

¿Y cuando van libres? ¡Eeeeehhhh!. Ese es otro drama en mi vida de conductora. Siempre que se me hace tarde, me toca en el sorteo del destino un taxi libre, en la espera de pasaje. Hay gente que conduce despacio, los ancianos, algunos noveles, pero nunca he visto a nadie conducir mas lento que un taxista con la lucecita verde en el techo del vehiculo indicadora de que está. Por Dios ¡que la protagonista del cuento “La Tortuga y la Liebre” es Fernando Alonso a su lado! Si tienes egs (huevos en ingles) haz lo mismo. Te vuelven a nombrar el libro de familia al completo, por nombrar, te dicen hasta el nombre de tu mascota, aunque no se lo sepan, se lo inventan…

Luego están a los que yo llamo “guagüeros”, conductores de guaguas o autobuses. En la parte trasera suelen llevar un dibujito, con un coche que les cede el paso y una frase “GRACIAS POR CEDER EL PASO”, ¡que porras ceder el paso! Se meten directamente a toda leche y te hacen frenar en seco, te guste o no. Como anécdota, he de decir que hace como unos meses (no recuerdo cuantos), empezó a funcionar el tranvía en el área metropolitana de la isla. Pues los primeros vehículos que se vieron implicados en accidentes en los cruces, fueron las guaguas, incluso una vez provoco el descarrile de uno de ellos. Ese tenía que ser miope, porque en toda la ruta del tren, hay señales que indica la preferencia del tranvía sobre cualquier vehiculo. Pero como ellos eran la “alta alcurnia” de la conducción… ¿Cómo iban a pretender que ellos cedieran el paso?... el tranvía se debe detener para ellos salir como cohetes de la Terminal….

A los conductores de camiones les tengo algo de cariño, ya que convivo en el trabajo con ellos, se que más de una vez se han visto en apuros, cuando un coche ha realizado una mala maniobra y les ha obligado a frenar en seco, cuando ellos además del chuto (cabeza tractora), llevan 25 toneladas dentro de un contenedor o peor aun, una cuba que contiene fuel u otra mercancía, que en un accidente puede ser altamente peligrosa.

Pero hay otros que se las traen. He visto cantidad de malas maniobras por

parte de camioneros, desde adelantar en una autopista a otro vehiculo de sus mismas características, pero que va mas lento haciendo frenar a todos los que venían por ese carril. Incorporarse a la autopista, mientras van por el carril de la derecha, invadiendo el izquierdo y haciendo invadir a otros la vía, sin llegar a la línea discontinua, con el consiguiente peligro de que el que transita con normalidad nos envista. Estar en un semáforo y tocar el claxon, para que el de delante avance, sin que las luces cambien a verde…

Lo dicho…si yo llego a saber lo que me esperaba cuando saque el carné de conducir, me gasto el dinero en bono-tranvía y me evito la cantidad de nervios que cojo cada día en la carretera.