Y lo volvió
a ver, pero todo había cambiado entre ellos.
Apenas hablaban, como si no
tuvieran nada ya que decirse. En su boca luchaban por salir palabras, contarle
su última aventura, pero le suponía un esfuerzo enorme hablar a quien no tenía ningún interés en escuchar.
Lo que sentía estaba ahí, solo que chocaba con la enorme pared que se había
levantado entre los dos.
Era tan
doloroso para ella. Aún así, sacaba fuerzas de lo más hondo de su alma, para
embozar la más hermosa de las sonrisas y así él no se diera cuenta del daño que
le causaba su indiferencia…
Con un “ya
nos veremos” se despidieron y cada uno tomaba el camino elegido, caminos opuestos que los distanciaban
cada vez mas. Ella a seguir con su lucha diaria en el mundo en el que le toco
vivir… El… De él ya no sabía siquiera, cuáles
eran sus batallas diarias…
La
guerrera, definitivamente, esperaba que el tiempo pusiera cada cosa en su lugar
y rogaba para que la siguiente vez fuera la definitiva. Que la viese tal como era y la aceptara por
encima de sus principios o que esos sentimientos que dolían como heridas
frescas, cicatrizasen y se convirtieran en vagos recuerdos…
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Consejos para evitar ser manipulados:
Cuando alguien te diga: Lo que debiste hacer o Lo que debiste decir es tal cosa, apresúrese a responderle: ¿Me propones acaso que intente retroceder el tiempo para hacer lo que debía haber hecho.
Ande con mucho cuidado, el término mágico "por qué" puede mantenerle en perpetua retirada. Y usted no tiene que estar siempre dando explicaciones de por qué ha hecho las cosas de la forma que las hizo. Las hizo así porque esa fue su propia determinación y ya está