Dejar las raspas...

No sé si han escuchado la frase esta “No dejaron ni las raspas”, cuando hacen una comida buena y abundante y se la zampan en un pis pas… Pues eso… que si fuera pescado no dejarían ni el espinazo.

Yo voy a hablar de todo lo contrario, no que dejen sobras de la comida que muy pocas veces hago. Noooooo!!!!!..... En casa dejan embases mas vacios que llenos dentro de la nevera y alacenas, para que la gili de turno (o sea yo mismamente) se encargue de meterlos en el cubo de los desperdicios usease basura...

Contaré que la idea de plasmar estas anécdotas en una entrada de blog, me vino a la mente la mañana del domingo, que dispuesta a preparar el desayuno de mama después de tenerla más de una hora sin echar nada al estomago, me encuentro con el paquete de “gofio” (buscar en google) con menos de una cuchara de las de postre de contenido, o sea, una mierda de cantidad…. Digo yo… ¿Por qué narices la última persona que utilizó el Gofio, no vació el paquete y lo tiro al cubo? No creo que lo hiciera por solidaridad con el siguiente consumidor, porque la cantidad que quedó no daba ni para alimentar a un hámster. Más bien creo que es por no tirar el embase, porque pueden provocar una contractura muscular en el brazo o en el homoplato o algo de eso (ironía pura y dura).

No sé a ustedes, pero es una cosa que me reconcome por dentro, como si la sangre empezara a hervir o como si me fuera a salir humo por las orejas como si fuera una locomotora, mismamente como el Harry Potter de la foto, con la salvedad de que lo de él fue una pelicula y despues de comerse unas "pirulas" mágicas y lo mio sería "cabreo" puro y duro.

Eso que dices… “Me voy a hacer un sándwich pa matar el gusanillo”. Pues yo y mi gusanillo nos vamos a la nevera, sacamos el pan de molde, una loncha de jamón, unas rodajitas de tomate y una hoja de lechuguita porque ayuda a dormir e ir a la baño. Agarro el bote de mahonesa que a simple vista se ve lleno, aunque no pesa demasiado (aquí empiezo a sospechar) y cuando voy a meter la cucharilla, encuentro que lo mas que hay en el bote es aire… ¡¡¡Por Dios… que el gusano se muere del susto!!

¿Y el brick de leche, con una mísera gota en el fondo que por mucho que sacuda el “cartón” no sale…? No he tenido un esguince de muñeca de milagro al agarrarlo como si estuviera lleno a tope… ¿Y la mantequilla? Que tengo que embadurnar directamente el pan porque no hay cuchillo lo suficientemente fino que me agarre las raspas… La botella de quepchup que al final la pongo boca abajo y no para ahorrar.

Meterme en la ducha y cuando estoy en pleno remojón y con el pelo ya empapado ¡chus…chus! Aprieto, agito, retuerzo el bote del champú y no sale nada. Al final opto por llenarlo de agua pa coger los restos, eso si no se ha adelantado un listo o lista que ha hecho lo mismo y entonces me acuerdo del día en que nací porque me tengo que enrollar la toalla y buscar un frasco de champú pa poder asearme en condiciones… ¿es que la gente tiene una especie de alergia a tirar las cosas vacías?... pues en mi casa creo que hay epidemia o algo parecido o similar…

Hace alguno tiempo, compramos un depósito de agua de cerámica que pusimos en la encimera de la cocina con una capacidad de cinco litros. Tiene una llave dispensadora y lo que hacemos es verter el agua de la garrafa dentro para no estar cogiendo el peso del botellón cada vez que nos da sed… Ahora cuento el problema. Desde que a Mari le dieron el alta, siempre, pero siempre que voy a llenar un vaso porque estoy más seca que un camello, el chisme está vacío y eso que lo lleno por la mañana… Así que doy un par de zapatazos al piso tipo Chavo del Ocho, reniego de todo el mundo y aguantándome la sed voy al patio a buscar un botellón y llenar el cacharro, con la sangre hirviendo y con ganas de agarrar el depósito y soltárselo en la chepa a mi “queridísima” hermana Mari.

Esto es sencillamente anecdótico, porque lo peor de todo… pero de todo del mundo mundial es que lo del papel pa el cutis, comúnmente conocido como papel higiénico…. Llegas al baño con un apretón y en lo último que piensas es en la cantidad de papel que hay en el rollo. Justo cuando echas la mano atrás pa agarrar el “salvador” y tiras, te encuentras en la mano con un cacho papel que no llega ni a cinco centímetros que quedaba pegado al cilindro como camuflado. ¿Y ahora qué hago? ¿Me limpio con el cartón que parece papel de lija?... Pues no queda otra, así que empiezas a quitar capas y capas del tubo, para convertirlo en algo medianamente fino que no haga sufrir al “chiquito” más de lo imprescindible. Después de la operación de “raspado” sales d del wáter echando pestes y diciendo que para otra vez antes de aposentarte en el inodoro te vas a llevar el rollo directamente y te acuerdas de la manada de desconsiderados que tienes por familia y que eso no es convivencia ni es naaa, que es peor que Gran Hermano y eso que tenemos la misma sangre y bla…bla…bla… Pasado el cabreo me voy a mueble para útiles de higiene y agarro tres rollos de papel higiénico a ver si esta vez duran más y la próxima vez tengo más suerte…

Podría nombrar muchas cosas más como la cinta adhesiva o “celo”, el pan después de freírte el huevo o cuando haces todos los menesteres para hacerte una señora tortilla de papas y no quedan huevos….

Puede que también yo sea poco previsora, pero no es cosa de estar comprobando todo como si fuera la policía cada vez que vaya a hacer algo…. ¡¡¡lo normal es que sean más solidarios!!! Que mucha ONG, mucho Caritas… muchos pobres y en casa… ¡¡¡una mieeerrrdaaaa!!! Mientras siga la tonta del bote pensando no habrá cambios…

Esto que cuento no es un indicador de lo que quiero o no a mi familia, a la que adoro. Porque hagas incapie en lo "frescales" que son a veces no significa nada mas y nada menos que reconocer los defectos de ellos y quererlos a pesar y gracias a los mismos...

He dixo...